La Sanidad en Castro, ¿prioritaria?

Ningún partido ni municipal ni regional lo llevaba en el programa, pero ahora parece que para el Ayuntamiento y el gobierno regional lo prioritario en la Sanidad de Castro es la construcción de un nuevo centro de salud que sustituya al de La Barrera.

Centro de Salud de La Barrera. Fuente: Cadena SER

Apenas tres meses después de plantearse la idea en una reunión entre la alcaldesa de Castro Urdiales, Susana Herrán, y el vicepresidente de Cantabria, Pablo Zuloaga, el terreno ya se encuentra cedido por el consistorio y los presupuestos de Cantabria para 2020 recogen una partida de 100.000 euros para el proyecto del nuevo ambulatorio.

Mientras tanto ya se van a cumplir 10 años sin convenio sanitario con Bizkaia para que la ciudadanía castreña vuelva a ser atendida en la sanidad vasca. Tampoco parece que vayamos a ver el hospital prometido por el Gobierno de Cantabria en 2003.

Los problemas sanitarios de Castro Urdiales se han enquistado y ninguno parece tener una solución a corto plazo. Ni el convenio sanitario con Osakidetza ni la falta de pediatras ni las pésimas conexiones de Castro con el hospital de Laredo y Valdecilla.

Sobre este último aspecto hay que reconocer que se han producido novedades. De dos servicios semanales de autobús entre Castro Urdiales y Santander que tenían parada en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, ahora serán seis a la semana.

Si se ponen en contraste el transporte de Castro con Bizkaia y Cantabria, la comunicación con Bizkaia gana por goleada. Y más si hablamos de conexiones con infraestructuras sanitarias.
La conexión con Valdecilla ya se ha mencionado y al hospital de Laredo hay 5 servicios al día, uno cada tres horas.
En Castro hay un autobús cada media hora a Bilbao y cada hora a Barakaldo que te deja en la puerta de los hospitales de Basurto y de Cruces, respectivamente.
La mitad de la población de Castro Urdiales está empadronada en Bizkaia y si por el servicio sanitario fuese, parece que así seguirá siendo.

Hasta el año 2010 los residentes en Castro Urdiales acudían por cercanía, referencia y mejores comunicaciones a los hospitales de Osakidetza. Pero, entonces, ambos gobiernos decidieron que, salvo casos de urgencia, fueran atendidos por el Servicio Cántabro de Salud, mientras que ciudadanos vascos que no están empadronados en Castro Urdiales sí siguen siendo atendidos en los centros médicos de Castro.

La firma del convenio sanitario es lo que Castro necesita para que los habitantes de la ciudad tengan un mejor servicio siendo atendidos en Osakidetza como se hacía hasta 2011, y además podría fomentar el empadronamiento de esas personas no empadronadas. Aunque hay que reconocer que son múltiples las razones para tal cantidad de población no empadronada.

Termino con otro tema, la idoneidad de la ubicación para el nuevo centro de salud. Como deportista castreño y presidente de una entidad deportiva como el Balonmano San Andrés, creo que hace tiempo que las instalaciones deportivas de la ciudad están saturadas y no dan abasto al gran número de clubes y escuelas municipales de Castro.
Esa parcela de encima del Pachi Torre debería dedicarse a un uso deportivo y utilizarla para una ampliación del polideportivo. Ese terreno tiene unas grandes posibilidades de mejorar las instalaciones deportivas de la ciudad en pleno centro. El polideportivo Pachi Torre dispone de sólo una pista con techo, algo que no cubre la oferta deportiva de la zona centro de Castro.